Se estima que en torno a un 75% de las personas sienten algún tipo de miedo o temor al hablar en público. Este miedo y el estrés que surgen durante las presentaciones, son algo normal y que a la mayoría de las personas nos ocurre
Alguna vez durante una charla o presentación (en un congreso, curso, ponencia o reunión grupal) se nos ha pasado por la cabeza lo siguiente:
- Y si lo hago mal…
- Y si me equivoco…
- Qué vergüenza
- Voy a hacer el ridículo
Y un largo etcétera.
El miedo escénico es nuestro gran enemigo en muchas ocasiones. Esto puede ocasionar barreras a la hora de realizar nuestra presentación comunicativa de manera eficaz. Pero a día de hoy, existen métodos y trucos que nos pueden ayudar a relajar los nervios y la presión a la que estamos sometidos.
Siempre creemos que el auditorio al que nos enfrentamos supone una amenaza hacia nuestra persona, y eso asusta. Por eso hay que preparar una ponencia atractiva y sugerente. También has saber que si tu discurso es persuasivo, invitarás a los oyentes a disfrutar de tu charla.
A continuación, te presento algunas de esas claves que contribuirán a que tu presentación sea mucho más atractiva:
- Comienza contando una anécdota. Esto siempre despierta la empatía de los oyentes. Es algo atractivo de escuchar.
- Cuenta algo personal. Esto generará un ambiente de simpatía entre el ponente y su auditorio.
- Utiliza el sentido del humor. Sin forzar ni exagerar, el humor puede ayudar a quitar la tensión del momento.
- Haz alguna pregunta retórica. Por ejemplo: “¿Verdad que nos gustaría poder entender mejor a nuestros pacientes?”
- Cuenta alguna parte de tu charla en forma de historia. Los oyentes prestarán atención ante esto. Las historias conectan, generan atención, se asimilar mejor y potencian nuestros mensajes.
Todos estos consejos y trucos a poner en práctica, los puedes encontrar en el libro “Secretos de la oratoria que nunca quisieron contarte”, de la editorial Pirámide del Grupo Anaya. Además, encontrarás ejercicios para tu práctica personal con ejemplos para que combatas ese miedo escénico, e incluso fórmulas para analizar tu propio estilo comunicativo.
Te invito a que te embarques en este viaje, ya que manejar los entresijos del arte de hablar en público, es una habilidad que se puede entrenar de manera eficaz y rápida. La clave está en prestar atención al cómo y no al qué: me explico; no es cuestión de trabajar por ejemplo la importancia de generar impacto en el auditorio, ya que eso todo el mundo (o casi todo el mundo) lo sabe, sino determinar CÓMO puedo conseguirlo. Como profesional entiendo perfectamente las cosas que tengo que lograr, pero lo realmente importante es tener herramientas que sean útiles y prácticas, y me permitan desarrollar mis destrezas personales.